blanco-violeta

No hice sonidos hasta que te vi,
en los viajes imagino muertes relacionadas con mi padre,
pero la persona que sangra no es el, de hecho,
nadie lo hace, sos vos la que muere, y me preocupa pensarlo.

Abro la puerta, quien sabe, solo yo podría saberlo,
ella sigue estando de noche, de blanco-violeta,
la nena que me mira detrás de la puerta.

Le ofrezco canciones de simples acordes,
canciones que llenan corazones,
letras espontaneas, de medianoche
relacionadas con vidas pasadas y apariciones.
Ella llora sobre el vidrio,
canta pulmones afuera,
pide lo que no le pido,
suena de nuevo lo que no hubiera escrito.
Me sigue con su lenguaje torcido,
usa letras de más, le duele pronunciar la a,
pero no esta, no respira,
nunca mas se asomo a casa, al lado de mi cama,
tocando el rosario con la cruz de mariana,
aun así…las flores siguen vivas toda la semana.