El viejo sucio ese

El mismo camino al trabajo, siempre aburrido.
No puedo dejar de observar todo lo que esta en medio, como si algo interesante pasara. Tan aburrido que me distraigo con todo.

-¿Qué es eso?

Veo un niño caminando de manera chueca, anormal, como si tuviera problemas. Es mi momento de humanidad…pienso…pobre niño, y aun así uno no aprecia lo que tiene. A continuación empieza a caminar normal, estaba jugando con algo entre los pies. ¡¿Eh?!, ¿que le pasa? ¿es idiota acaso?.

Llegue con un extraño optimismo idiota (como si hubiera alguno que no lo fuera), que me duro minutos. Cesando en el momento de sacar de mi maletín unas pruebas bastante subnormales, por debajo del promedio de la gente que piensa.

-Bueno muchachos…esto es una desgracia. Acaso disfrazaron a unos monos y los adiestraron para hacer estas…estas… (Golpea la mesa) no tienen nombre…

Y como todo estereotipo, este se hace presente. La adolescente que “tiene” la razón, que sabe mas que el maestro, que tiene una excusa tragicómica valida para cada ocasión que se pueda esquivar en todo jodido aspecto de la vida por haberse quedado ocupada con algún pene.

-Pero no pude estudiar, tenía que atender el teléfono a cada momento porque me llamaban seguido.
-Dios…(en voz baja)le dan la vacante a cualquiera.
-¿Que dijo?
-Nada, ¡NADA!. Solo me sofoca el hecho de que a nadie le importe nada, y encima tengan razón. Hoy opina cualquiera, le dan la vacante a cualquiera, nadie aprecia nada.
-No, no es así.
-Sí, es así.
-Vos no podes hablar así.
-Mira…soy mucho mayor, no te di confianza, ¿Por qué carajo me tenes que tutear?.
-…

Un poco de aire me haría bien. Al contrario…llegue a reconocer a un “vecino” con otra mujer que obviamente no era la suya.
¿Qué mierda te importa forro?. Muchos dirán eso, pero, el hecho radica en una mezcla de celos y frustración ya que este hombre era feo, muy feo, tanto que no entiendo como un hombre así de rustico, ignorante, tonto, torpe conseguía mujeres y yo como el mas rechazado, estaba mas solo que un negro en Alemania.


Me fui por otro camino, saludando de ultimo momento por mi falta de atención hacía los presentes y peatones en el camino.
Choque con un viejo que tomaba vino en cartón en medio de una calle poco cuidada, al lado de el una guitarra vieja y oscura. Le pedí disculpas y el solo se limito a sentarse y tocar. El viejo tocaba mejor que cualquiera la guitarra, era como ver al maestro Carulli en persona (obviando el vino en cartón y el hecho de ser un indigente sin reconocimiento).

-¿Como fuiste capaz de llegar a esto?
-¿ser así de bueno?
-Lo decía por lo sucio y harapiento que estas…y si, obvio que con ese talento, ¿que haces acá?
Tomó el sorbo más asqueroso que vi en mi vida, babeando el cartón, además ese vino estaba caliente.

-No se…¿importa?.
-Sí.
-¿Por qué?.
-No se.
-Entonces yo tampoco lo se. Soy feliz así.
-Me resulta muy irónico.
-Me resulta muy lógico.
-¿Vivir como un vago y encima ser indigente?.
-No, no. Ver como queres salvarte salvando a los demás.
-…No te entiendo…¿estas drogado?
-Jajaja. Todos dicen eso.

A continuación se fue, dejando su vino y una prótesis de pierna en el piso.